Últimamente, los gestores de la cadena de suministro se encuentran lidiando con una crisis tras la otra, o sea, “apagando incendios”. Un día se trata de una necesidad de último minuto en conseguir un transportista para un envío de emergencia. Al día siguiente, tiene que lidiar con la escasez de piezas debido a un envío que no llegó a tiempo.
A medida que avanza la pandemia de COVID-19, el brote de crisis de la cadena de suministro parece no tener fin. Con la persistente escasez de suministros y la creciente demanda de los consumidores, los gestores de la cadena de suministro enfrentan problemas continuos con la gestión de inventario. A esos problemas se suman una serie de problemas en el movimiento de mercancías: cuellos de botella en puertos y terminales ferroviarios congestionados, capacidad de transporte limitada en todos los modos de transporte, espacio de almacenamiento reducido y escasez de mano de obra y equipos. Estos problemas se transforman en crisis porque un gestor de la cadena de suministro no puede contar con que la reposición de inventario se lleve a cabo según lo planeado.
¿Qué se supone que deben hacer los gestores? Necesitan aprovechar una plataforma de visibilidad de transporte en tiempo real (RTTVP) para abordar los problemas antes de que se conviertan en una crisis difícil de controlar. Al tener visibilidad de la cadena de suministro de extremo a extremo, los gestores pueden identificar los problemas antes que se concreticen y sortear posibles obstáculos e interrupciones.
Un RTTVP proporciona información en tiempo real sobre los envíos en tránsito en todos los modos y todas las geografías. Además de la visibilidad global de los envíos en tránsito, la plataforma calcula el tiempo estimado de llegada (ETA) preciso para las entregas. Los algoritmos determinan las ETAs utilizando datos de geolocalización en tiempo real sobre el paradero de un envío y luego tienen en cuenta la información actual sobre el clima, las condiciones de la carretera y la capacidad del puerto para calcular la hora de llegada. Al tener ETAs precisas, los gestores de la cadena de suministro no se sorprenden cuando los envíos no llegan a tiempo.
La información sobre las desviaciones en el cronograma de transporte permite a los gestores abordar los problemas con el tiempo de entrega (lead time), es decir, el período desde que se realiza un pedido hasta su llegada. Si un envío de reabastecimiento atrasado pone en riesgo el compromiso del cliente o amenaza con interrumpir la producción de la fábrica, el gestor de la cadena de suministro está en condiciones de tomar medidas preventivas antes de que la situación se convierta en una crisis.
Por ejemplo, si un gestor sabe que un envío no llegará a tiempo, puede cambiar el inventario en la red para garantizar la disponibilidad de piezas en una fábrica o priorizar la disponibilidad de productos a clientes o ubicaciones críticas. El gestor puede incluso encontrar un proveedor sustituto y organizar una entrega rápida para evitar un desabastecimiento.
Con la visibilidad de los envíos y los pedidos del inventario en tránsito, los gestores de la cadena de suministro pueden acabar con los incendios, al tener la capacidad de administrar excepciones. Pueden volverse proactivos al hacer ajustes en la adquisición, fabricación y distribución para minimizar el impacto de los retrasos en los envíos.
A medida que los gestores de la cadena de suministro aprendan a aprovechar al máximo los análisis de datos y la inteligencia empresarial de RTTVP, dejarán de apagar incendios y se involucrarán en la planificación estratégica para mejorar la eficiencia operativa y optimizar el inventario, con la certeza de que tendrán información precisa sobre el momento de reposición de inventario.
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