La congestión marítima, las cuarentenas regionales, los picos de demanda, la capacidad reducida de bodega de carga y otros factores mantienen altos los precios del flete aéreo y provocan retrasos antes del comienzo del Black Friday y la temporada de compras navideñas.
Los agentes de carga aérea ofrecen costosas alternativas a los cargadores que realizan costosas operaciones de manejo y recolección, ya que el flujo de tráfico en los principales aeropuertos sigue siendo lento debido a las restricciones impuestas por COVID-19.
En los aeropuertos europeos, la escasez de personal mantiene a los cargueros en tierra durante horas, mientras que otros tienen que volar antes de estar completamente cargados.
El flete aéreo de China está al borde de la crisis debido a los nuevos brotes de Covid-19 y las respuestas del gobierno, mientras los cargadores chinos suspenden el servicio y las fuerzas terrestres renuncian o se someten a largos períodos de cuarentena.
TLDR: La situación podría empeorar, pero los transportistas que pueden mover carga harán una fortuna.
No hay previsión para el fin de la demanda por flete aéreo, lo que prepara el escenario para tarifas récord y retrasos en los envíos entre agosto y septiembre, ya que la alternativa que alguna vez fue confiable (y costosa) al flete marítimo lucha por absorber una gran afluencia de carga de otros modos.
El Baltic Air Freight Index publicó recientemente un artículo afirmando que las tarifas globales son considerablemente más altas en comparación con los niveles previos a la pandemia.
A continuación, se muestran los precios en el primer semestre de 2021 en comparación con 2018 y 2019:
· Las tarifas de Frankfurt a América del Norte aumentaron un 72%
· Las tarifas de Hong Kong y Shanghai a Europa aumentaron un 62% y un 64% respectivamente
· Las tarifas de Hong Kong y Shanghai a América del Norte aumentaron un 117% y un 110%.
Además, los lockdowns regionales aleatorios para afrontar los brotes de COVID-19 en lugares críticos de exportación - como China - tienen un impacto en la salida de fábrica y el flujo de volumen a los aeropuertos.
Las políticas de tolerancia cero contra el COVID-19 en los aeropuertos chinos provocaron, recientemente, despidos masivos de personal de tierra, lo que ha llevado a la cancelación de numerosos vuelos y ha actuado como otro catalizador más para aumentar las tarifas de flete.
“De modo similar a la dinámica experimentada al principio de la pandemia, vemos una presión creciente sobre el espacio de transporte de pasajeros causada por el aumento de las cancelaciones de vuelos comerciales y las prolongadas medidas de lockdown, que empiezan a afianzarse a nivel mundial. Esto, junto con lecturas casi récord de confianza del consumidor y lecturas aún positivas (>50) del PMI global (lo que sugiere una sólida demanda mundial por mercancías), crea un entorno de oferta/demanda desequilibrado, que se espera que persista a corto y mediano plazo, y que es probable que se sienta con mayor intensidad en los mercados globales de transporte marítimo.”
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